Salud y Adolescencia clase 21-08
Salud y Adolescencia 4° B
Prof. Murúa Daiana - dai.murua@gmail.com
¡Hola chicos y chicas! ¿Cómo
están? El día de hoy vamos a comenzar a ver el "enamoramiento adolescente". Para
comenzar, es importante recordar que en la adolescencia el enamoramiento se
vive de una forma intensa, aunque también puede terminar de manera abrupta.
Existe una creencia de que la otra persona es “perfecta”, como si no tuviera
ningún defecto y fuera ideal, y puede surgir una sensación de que todo el
estado de ánimo gira alrededor de “esa persona”. Cada canción que escuchamos la
relacionamos a esa persona, o cada encuentro con esa persona se vuelve
especial. Esta sensación con el tiempo puede pasar y convertirse en una
relación de pareja estable en la etapa de la adultez, o incluso algunas veces en
la adolescencia, ya que el enamoramiento suele darse en los primeros meses
cuando encontramos a alguien que nos deslumbra.
Esto no quiere decir que
todos los adolescentes lo vivencien de la misma manera, ya que cada uno es
singular y vive el amor de una forma única. Pero si es importante pensar en los
riesgos que pueden existir al iniciar el primer noviazgo en la adolescencia, ya
que esta sensación de que la otra persona es perfecta puede llevar a
confusiones, o a permitir ciertos actos “en nombre del amor”. El “Primer amor”
es un momento especial y probablemente quedará guardado en los recuerdos, por
lo tanto sería importante que lo vivan de una manera plena. En el día de hoy no
vamos a hablar aún de sexualidad, o acto sexual, sino principalmente lo que
tiene que ver con la afectividad, el autoestima, y el respeto en la pareja.
Como sabemos la violencia
está presente en muchos ámbitos, y en ocasiones también está en las relaciones
de pareja. El texto que leeremos a continuación nos advierte cómo detectar las
señales de un noviazgo violento, si bien se habla de violencia ejercida del
varón a la mujer recordemos que muchas veces ocurre viceversa, o incluso
vínculos de pareja donde ambos son violentos. La idea es que este tema pueda
ser útil para tener ciertos cuidados a la hora de comenzar una relación de
pareja, o también para ayudar a alguna amiga o amigo que esté atravesando esta
experiencia.
Para informarnos será
necesario leer el siguiente artículo:
Noviazgos violentos: Los peligros ocultos detrás de
un falso amor romántico
Aunque afectan a tres de cada 10 chicas, el
maltrato y el control suelen pasar inadvertidos; la importancia de
desnaturalizar conductas, prevenir y detectar las señales antes de que las
agresiones escalen.
11 de febrero de 2019 • 18:00
La humillación,
con un simple pero categórico "tarada"; el control, a través de revisar celulares y redes; las restricciones,
pidiendo que no usen determinada ropa; el aislamiento,
hablando mal de sus amigas o de su familia; la manipulación psicológica, pidiendo perdón, prometiendo que van a
cambiar o culpando a la víctima. Son solo alguna de las formas en que se
manifiesta y, a la vez, se naturaliza un noviazgo
violento. Agresiones cotidianas
que experimentan miles de adolescentes en sus primeras relaciones. Muchas son
tan imperceptibles que pasan inadvertidas hasta que la violencia se incrementa.
Otras veces, es demasiado tarde.
Paula, Mai y Sabrina –como
tantas otras chicas– pensaban que todo eso que les hacían sus novios era
"porque me quiere tanto que me cuida mucho". A pesar de las señales,
no podían ver que eso no era amor, sino lo contrario.
"Un noviazgo violento tiene todos los ingredientes para volverse
invisible", afirma Alejandra Vázquez, psicóloga, especialista en violencia
familiar e integrante de Surcos Asociación Civil.
A la falta de experiencia y a la corta edad de las víctimas, se le suma la idea del amor romántico, que todo lo
puede y lo perdona; la dificultad para reconocer la situación y contarla, y
la pérdida de la red de contención.
Tres de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el
noviazgo, según la OMS. En
nuestro país, la línea 144, sobre un total de 48.820 llamados en 2018, recibió
cerca de 3000 de menores de 18 años (5,6%) y unos 18.000 (36,9%) de chicas de
hasta 30. Según datos del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad , 935 adolescentes de
entre 13 y 21 años asistieron al Programa Noviazgos Sin
Violencia en 2018, un 60% más que en 2017.
Está muy arraigada la idea de que esta violencia implica gritos,
insultos o golpes, pero Vázquez explica que "se trata de todas las
modalidades de vinculación dentro de parejas de adolescentes en las que se
manifieste abuso de poder, ya sea psicológico, físico, simbólico o
económico". Es decir, cuando "se van instalando, progresivamente,
situaciones de dominación y de control hacia la joven".
·
Aisladas
y confundidas
"Es muy difícil que una chica conozca a un chico y de inmediato la
violente físicamente, porque saldría corriendo. Es un camino de control y más
control hasta que, si la pareja llega a consolidarse o si la chica queda
embarazada, ahí empieza bruscamente el maltrato físico, porque él ya tiene
asegurado que ella no se va a ir", señala Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro. Por
eso, el desafío es que las adolescentes puedan ver esa diferencia, que control no es sinónimo de cuidado.
Entre las manifestaciones del maltrato hacia las chicas aparecen
situaciones como la ridiculización
frente a los amigos, decir cosas para hacerlas sentir inútiles, prohibirles
salidas o prendas, criticar su cuerpo, hacerles creer que ningún otro varón se
va a fijar en ellas, culparlas de todo. Otro denominador común de los
relatos es el aislamiento. Las van
alejando del círculo íntimo, de toda persona a la que puedan contar lo que les
pasa.
Para los especialistas, uno de los principales problemas es la idea del amor romántico. "Es la
filosofía de que el amor todo lo puede o
la creencia de que la otra persona va a cambiar por uno. Por ejemplo, decir
que ‘el amor es ciego’. Hay que problematizarlo: si es ciego, ¿qué es lo que no
te deja ver?", detalla Nayla Procopio, coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes
y Adolescentes para la
Salud Sexual y Reproductiva (RedNac). Desde 2014, junto a la Fundación para Estudio e
Investigación de la Mujer
(FEIM), llevan adelante el programa " No comamos perdices",
que busca deconstruir estos estereotipos entre los jóvenes.
Muchas veces, estos varones se comportan de una forma en público y de
otra muy distinta en privado. ¿Quién no escuchó la frase "pero si es un
buen chico"? Además, suelen pedir muchas veces perdón. "Después de una situación violenta –explica
Vázquez–, piden disculpas, prometen no volver a hacerlo. Esto confunde, porque
la violencia coexiste con situaciones amorosas, y eso genera esperanza en la
joven: el pensar que ella va a poder cambiarlo".
Esto implica mucho desgaste para
la joven, por pensar que algo está haciendo mal o que ella lo provoca. El deterioro de la salud emocional y la
autoestima es grave, con riesgo de depresión
y trastornos alimenticios. "Incluso, lleva pensamientos
suicidas", destaca Vázquez.
Rico señala que es clave que los padres hablen mucho con sus hijos, en
un diálogo no censurador,
"porque si la adolescente siente la censura no va a hablar más",
aunque sea difícil entender por qué su hija está en una relación que la daña. Y
agrega: "Lo que hay que evitar es
que la adolescente quede sola. El femicida no empieza de un día para el otro a
ejercer violencia. Todo arranca en el noviazgo".
También hay que trabajar con la
familia. "Hay muchos mandatos patriarcales internalizados, como pensar
que una mujer solo se realiza cuando está al lado de un hombre. Y los primeros
noviazgos son una etapa propicia para poder cuestionar estos
estereotipos", explica Vázquez.
Procopio señala que en los talleres que da RedNac, muchas chicas cuentan
que la familia a veces justifica la violencia del novio "para que no lo
pierdan" o diciendo que "lo hace porque te quiere".
Por eso, Vázquez destaca que "el cómo se construye la figura
masculina en nuestra sociedad patriarcal es un factor de riesgo". El varón
aprende primero lo que no debe ser: los hombres no lloran, no muestran sus
emociones y aprenden a los golpes.
"Es muy importante que existan servicios donde se ofrezca
asistencia legal, médica y psicológica, y se brinden tratamientos. Pero ahí
vemos el problema cuando ya se presentó, no vamos a la raíz", detalla
Vázquez. Por eso, el desafío es aprender
a reconocer los malos tratos desde corta edad.
Para eso, la prevención primaria tiene que estar dirigida a
problematizar y desnaturalizar las concepciones estereotipadas de las
relaciones y las cuestiones de género. "Y la escuela, a través de la Educación Sexual Integral (ESI), es uno de los
ámbitos más propicios", señala Procopio, para quien es fundamental que
los chicos puedan sacarse dudas y pedir ayuda.
Rico agrega que "hay que trabajar con ellas y con ellos, porque a
los jóvenes hay que explicarles que esa mujer no les pertenece y a las chicas a
qué cosas deben estar muy atentas".
El movimiento feminista, donde las adolescentes tienen gran presencia, y
la mirada con perspectiva de género sobre las relaciones también invitan a
replantearse los roles en la pareja. "Antes, quizás no eran cuestionados
estos estereotipos, en que las mujeres tenían un papel mucho más sumiso y de
sostener; mientras que las decisiones y el control eran del hombre. Hoy, estos
lugares están cuestionados", dice Procopio.
No hay que confundir celos con amor
·
No
subestimar
Muchas veces, ponerle fin a la relación no es sinónimo de que todo
terminó. "No hay que subestimar las
amenazas. Si la joven no cuenta con una red de protección, puede quedar en
peligro", asegura Hugo Capacio, a quien todavía le cuesta creer que su
hija Dayana haya sido víctima de femicidio en 2012. Tenía 17 años cuando su
exnovio, Maximiliano Tesone, la asesinó en Rosario, después de hostigarla por
más de un mes, luego de que la joven terminara el noviazgo. Era "una chica
alegre, pura picardía", recuerda Hugo.
"A la distancia, vemos que señales hubo muchas, pero en ese momento
no teníamos información, se naturalizaban muchas cosas. Notábamos los celos
enfermizos que él tenía, cómo la controlaba, pero nunca lo vi gritarle ni
levantarle la mano", recuerda el padre de Dayana. Sin embargo, después de
la investigación, se enteraron que su hija sí había sufrido maltrato físico.
Ella había decidió dejarlo por ese motivo, pero nunca lo contó.
Hugo es parte de la agrupación Atravesados por el
Femicidio, que nuclea a 47 familias de todo el país, brindando
contención y también ayudando a víctimas. A los padres, siempre les dice que
estén alerta a la autoestima de sus hijas. "El trabajo que hacemos busca
aportar un grano de arena para que a otros no les pase lo que a nosotros",
concluye.
Para los especialistas la denuncia es necesaria cuando las chicas
deciden terminar la relación y el novio se niega o comienza a hostigarla.
"Ya sabemos cómo terminan las obsesiones: muchas, en femicidio",
asegura Rico.
Cuando se detectan algunas
de las señales, el primer paso es solicitar ayuda psicológica con
especialistas. "La
violencia es una problemática social que requiere de un abordaje
interdisciplinario y en red entre los diferentes organismos", señala
Vázquez. Y Procopio, agrega: "También es importante ponerse a disposición
de quien está atravesando la situación de violencia, pero respetando los
tiempos y, sobre todo, no juzgar".
ACTIVIDAD
PARA LA PRÓXIMA SEMANA:
1)
Explicar con tus palabras lo que entendiste del concepto de “Amor
romántico”
2)
¿Cuáles son las señales para detectar un noviazgo violento?
Explicarlo a través de hechos concretos, por ejemplo revisar el celular, o no
permitir que vea a sus amigos.
3)
¿Cómo podemos ayudar a alguien que está experimentando un noviazgo
violento?
!Esto es todo por hoy! ¡Hasta la próxima!

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