Salud y Adolescencia clase 12-06


SALUD Y ADOLESCENCIA
4° B
¡Hola chicos y chicas! En la clase de hoy continuaremos viendo el tema de salud pública en relación al rol del Estado. Vamos a conocer la historia de un médico argentino muy importante que dejó una marca en nuestra cultura.
LA ATENCIÓN MÉDICA

Para comenzar vamos a explicar un poco sobre la atención médica. El primer contacto con el sistema de salud lo establecen el individuo y su familia (responsabilidad individual). Es decir, que ante algún malestar físico la persona debería recurrir a la consulta médica en un centro de salud. Cuando el paciente le brinda información al médico y le cuenta lo que le ocurre, el profesional puede brindarle un tratamiento acorde a la enfermedad o síntoma que presente.
La atención médica es la interacción entre el médico y el paciente. El primer objetivo es diagnosticar y determinar de qué manera se podrá restablecer el estado de salud.
Detrás de cada enfermedad o síntoma, hay una persona que sufre y merece atención y contención por parte de los profesionales que la atienden.
Para que la atención sea realmente efectiva y logre el efecto deseado debe reunir determinadas características:
·        Atención eficiente: Cuando se dispone de los recursos de infraestructura y materiales necesarios para atender al paciente.
·        Atención oportuna: Se realiza en el momento y lugar que más beneficien al proceso que presentan los pacientes, sobre todo cuando se trata de urgencias que no pueden esperar.
·        Atención ética: Refiere a tener un marco ético y moral en la interacción entre médico y paciente, sin discriminación de ningún tipo y respetando la intimidad y privacidad.
·        Atención afectiva: El médico deberá actuar con sabiduría, comprensión y afecto. Muchas veces debe dar noticias dolorosas, e informar al paciente lo que le ocurre, para esto será necesario lograr una buena comunicación y compromiso con su tarea.

En cada jurisdicción del país se distinguen tres niveles de la atención médica, todas son importantes para lograr el objetivo de diagnosticar, curar y rehabilitar. Y son coordinados y regulados por el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación.
ATENCIÓN PRIMARIA: Es la entrada al sistema de atención y debe proporcionar asistencia materno-infantil, inmunizaciones, medicamentos, control de enfermedades. Comprende unidades sanitarias, como las salitas que hay en nuestros barrios, consultorios externos y unidades de primeros auxilios. Cuenta con recursos sencillos, generalmente de bajo costo, y actúa sobre la comunidad y el individuo sano o enfermo.
ATENCIÓN SECUNDARIA: Tiene que ver con la infraestructura de hospitales, la disponibilidad de medicamentos, la internación de pacientes. Comprende los hospitales zonales y policlínicos. Atiende a las personas enfermas.
ATENCIÓN TERCIARIA: Se brinda en los establecimientos que cuentan con tecnología moderna, como los hospitales de alta complejidad e institutos de rehabilitación. Actúan en la recuperación de la salud, rehabilitación y diagnóstico complejo. 

 
RENÉ FAVALORO,
EL CREADOR DEL BYPASS, UNA TÉCNICA QUIRÚRGICA QUE SALVÓ MILLONES DE VIDAS
 
René Gerónimo Favaloro nació en 1923 en una casa humilde del barrio “El Mondongo” de La Plata. Con apenas cuatro años de edad, Favaloro comenzó a manifestar su deseo de ser “doctor”.
Cursó la primaria en una modesta escuela de su barrio, donde, con pocos recursos, se fomentaba el aprendizaje a través de la participación, el deber y la disciplina. Después de la escuela, pasaba las tardes en el taller de carpintería de su padre, quien le enseñó los secretos del oficio. En los veranos se transformaba en un obrero más. Gracias a sus padres -su madre era una habilidosa modista- aprendió a valorar el trabajo y el esfuerzo. Su abuela materna le transmitió su amor por la tierra y la emoción al ver cuando las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: “A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca”.
En 1936, después de un riguroso examen, Favaloro entró al Colegio Nacional de La Plata. Más allá de los conocimientos que adquirió, incorporó y afianzó ideales como libertad, justicia, ética, respeto, búsqueda de la verdad y participación social, que había que alcanzar con pasión, esfuerzo y sacrificio.

Un giro inesperado
Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las concurrencias al Hospital Policlínico y con ellas se acrecentó su vocación al tomar contacto por primera vez con los pacientes. Nunca se limitaba a cumplir con lo requerido por el programa, ya que, por las tardes, volvía para ver la evolución de los pacientes y conversar con ellos.
Por ese entonces llegó una carta de un tío de Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en la zona desértica de La Pampa. Explicaba que el único médico que atendía la población, estaba enfermo y necesitaba viajar a Buenos Aires para su tratamiento. Le pedía a su sobrino René que lo reemplazara aunque más no fuera por dos o tres meses. La decisión no fue fácil. Pero al final Favaloro llegó a la conclusión de que unos pocos meses transcurren rápidamente y que, mientras tanto, era posible que cambiara la situación política.
La vida de los pobladores era muy dura. Los caminos eran intransitables los días de lluvia; el calor, el viento y la arenisca eran insoportables en verano y el frío de las noches de invierno no perdonaba ni al cuerpo más resistente. Favaloro comenzó a interesarse por cada uno de sus pacientes, en los que procuraba ver su alma. De esa forma pudo llegar a conocer la causa profunda de sus padecimientos.
Al poco tiempo se sumó a la clínica su hermano, médico también. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz crearon un centro asistencial y elevaron el nivel social y educacional de la región. Con la ayuda de los maestros, los representantes de las iglesias, los empleados de comercio, lograron que casi desapareciera la mortalidad infantil de la zona, redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición, organizaron un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el cuidado de la salud.

Renace la pasión por la cirugía torácica
Favaloro leía con interés las últimas publicaciones médicas y cada tanto volvía a La Plata para actualizar sus conocimientos. Quedaba impactado con las primeras intervenciones cardiovasculares. Poco a poco fue renaciendo en él el entusiasmo por la cirugía torácica, a la vez que iba dándole forma a la idea de terminar con su práctica de médico rural y viajar a los Estados Unidos para hacer una especialización. Con pocos recursos y un inglés incipiente, se decidió a viajar a Cleveland.
A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera, lo cual hizo que su prestigio trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. Hoy en día se realizan entre 600.000 y 700.000 cirugías de ese tipo por año solamente en los Estados Unidos.
Un centro de primer nivel en Buenos Aires
El profundo amor por su patria hizo que Favaloro decidiera regresar a la Argentina en 1971, con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación.
Con ese objetivo creó la Fundación Favaloro en 1975 junto con otros colaboradores y afianzó la labor que venía desarrollando desde su regreso al país. Contribuyó a elevar el nivel de la especialidad en beneficio de los pacientes mediante innumerables cursos, seminarios y congresos organizados por la Fundación.
En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica al que financió con dinero propio durante un largo período. Con posterioridad, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas, que, a su vez, dio lugar, en agosto de 1998, a la creación de la Universidad Favaloro.
En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales.
Pero Favaloro no se conformó con ayudar a resolver los problemas de esa necesidad básica que es la salud en cada persona en particular sino que también quiso contribuir a curar los males que aquejan a nuestra sociedad en conjunto. Jamás perdió oportunidad de denunciar problemas tales como la desocupación, la desigualdad, la pobreza, el armamentismo, la contaminación, la droga, la violencia, etc., convencido de que sólo cuando se conoce y se toma conciencia de un problema es posible subsanarlo o, aun mejor, prevenirlo.


Fuente: Fundación Favaloro

Su muerte
Tras un extenso recorrido profesional que lo había catapultado a la máxima consideración mundial, el 29 de marzo del 2000 el cardiocirujano René Favaloro se suicidaba con un disparo en el pecho. 

En su despedida redactó una desesperada carta al entonces presidente Fernando de la Rúa en la que exclama estar cansado de luchar, en la que reclamaba cooperación económica para solventar la fundación que lleva su nombre y en donde el reconocido cardiólogo y educador desplegó una serie de críticas al sistema de salud argentino.

En su carta de despedida se percibe la corrupción que transitaba el sistema de salud, y su cansancio al luchar con honestidad y ética en su propio país.


Fragmentos de su carta de despedida: 

“Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno.”
 “…debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza)…”
“¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!
Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.”
“Valga un solo ejemplo: el PAMI tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico no a mí directamente).”
“Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio? Muy simple: el paciente es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. ‘Pero cómo, ¿usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?’. ‘Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe’. El cirujano ‘de real valor’ además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!”
“…decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos. Pero aquí, vuelven a insertarse en el ‘sistema’ y el dinero es lo que más les interesa.”
“La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar.”
“Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta. ¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente? Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.”

“En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil.
No puedo cambiar, prefiero desaparecer.”
“A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla.”

“Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las leyendas del milenio en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países desde Suecia a la India escuchando siempre lo mismo. ‘¡La leyenda, la leyenda!’
“Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación. Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga. Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza. Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata. No puedo cambiar.”
“No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía. El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano. Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.
Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural. Perdónenme, pero creo, es cierto. Espero que me recuerden así.”

“En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.”

“A mi familia, en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.
Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.”
Un abrazo a todos. René Favaloro


Les dejo el link de una canción realizada en su memoria: https://www.youtube.com/watch?v=eTdEmut8luM



ACTIVIDAD:
(Entiendo que esta lectura es un poco más extensa asique tendrán 15 días para resolverlo, pueden entregar la actividad hasta el 26-06-20. No duden en consultarme si no entienden algo: dai.murua@gmail.com )
       1) ¿Conocías la historia de Favaloro? ¿Qué sensaciones te genera?
        2) Relacionar su labor médica con cada uno de los puntos que vimos sobre atención médica efectiva nombrados al comienzo (eficiente-oportuna-ética-afectiva). Lo pueden hacer del siguiente modo por ejemplo: La atención eficiente refiere a los recursos de infraestructura y materiales, en el caso de Favaloro no contaba con el apoyo del sistema de salud para proveer a sus pacientes las condiciones adecuadas.
      3)  Elaborá una imagen, frase, canción, dibujo en homenaje a R. Favaloro, como en el ejemplo de la canción de Attaque 77. 


¡Esto es todo por hoy!
Profe Murúa



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